lunes, 28 de julio de 2014

Nueva serie: El reto energético, el desafío de la humanidad

Introducción: La comodidad del fuego es también su maldición

Desde que el hombre dominó el fuego no se detuvo su carrera alocada por obtener cada vez más energía. La llama provee a los hombres de luz, calor, energía y, sobre todo, poder. Tanto sobre la naturaleza, como sobre los otros hombres. La historia de las revoluciones tecnológicas y productivas que cambiaron a la humanidad, es un también la historia de la energía que las movilizó. 


Hoy el carbón, el petróleo y el gas natural satisfacen el 80% de las necesidades energéticas del planeta. Esa llama provee a los hombres de luz, calor, energía y sobre todo poder. Pero al mismo tiempo, producen la mayoría del dióxido de carbono y demás emisiones que contribuyen al proceso de calentamiento global. Según cálculos científicos de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por su sigla en inglés), la demanda energética podría subir un 50% para 2030.



¿Podemos limpiar el carbón?

La fuente de energía más abundante del mundo contiene muchos contaminantes: azufre, nitrógeno y rastros de mercurio. Con la ayuda de los modernos sistemas de combustión en lecho frío, que queman el carbón a temperaturas relativamente más frías, reduciendo las emisiones de azufre y óxido de nitrógeno, las plantas de energía modernas eliminan un 95% menos de emisiones causantes de lluvia ácida. Eso puede sonar "limpio" según los estándares históricos, pero hace muy poco para solucionar el problema del calentamiento global. 

Los "defensores del carbón" ahora manejan el concepto de "captura y almacenaje del carbono", en el que el dióxido de carbono es removido, llevados en tubos a un área de almacenamiento e inyectado en el suelo a grandes profundidades, un proceso que promete eliminar las emisiones de de CO2 en un 90%. Los críticos de este sistema manifiestan que la captura del carbono disminuye la eficiencia de las plantas aumentando en un 50% la demanda de carbón.



¿Ya pasamos el pico del petróleo?

Existe mucho debate acerca del "pico del petróleo", que se define como el momento en el que la mitad de las reservas mundiales de petróleo ya se hayan consumido, en cuyo momento la producción mundial de petróleo alcanzará un tope, a partir del cual empezará una disminución irreversible. Los que proponen esta teoría argumentan que el ritmo al que se está consumiendo el petróleo es mucho más rápido que el ritmo al que se descubren de nuevas reservas. 

Según esos expertos, a partir de cierto punto a medida que los campos petrolíferos conocidos se vayan agotando, no aparecerán nuevos en número suficiente para reemplazarlos. Algunos expertos afirman que este punto se está produciendo en la actualidad, otros que se alcanzará en la próxima década, mientras algunos argumentan que esto no sucederá en muchas décadas. Si el pico del petróleo sucediera, la oferta de petróleo ya no sería capaz de atender la demanda, comportando un incremento de precios y una recesión económica, junto con implicaciones geopolíticas, lo que llevaría a incrementar los esfuerzos para desarrollar formas de energía alternativas y, simultáneamente, encontrar formas más eficientes de usar la energía. 

Por otra parte, el mayor problema que vaticina esta teoría no puede leerse en términos económicos (de coste de la energía) sino directamente energéticos: a medida que las prospecciones petrolíferas se realizan en lugares menos propicios, o se extraen crudos menos energéticos, la cantidad de energía conseguida va disminuyendo en relación con la energía invertida en dicha extracción. Se estima que a principios de siglo, sólo era necesario gastar un barril de petróleo para obtener cien, mientras en la actualidad, esa relación ha bajado a 1 gastado por cada 8 conseguidos. En el momento en que esa relación llegue a 1, el petróleo dejará de ser una fuente de energía, independientemente de las reservas que puedan quedar en el subsuelo. 

La historia de la producción de petróleo en los Estados Unidos se utiliza a menudo para ilustrar la teoría del pico de petróleo. Durante la primera parte del siglo XX, los Estados Unidos fueron el mayor productor mundial de petróleo, pero la producción anual alcanzó su pico hacia 1970. 

El declinar ha parecido desde entonces irreversible, a pesar de la introducción de nueva tecnología que permite mayor profundización en la perforación de pozos y del aumento de los campos de exploración. Aún con estos avances muchos expertos dudan de que los Estados Unidos produzcan otra vez tanto petróleo como lo hizo en los años 70. 

Los Estados Unidos fue la localización de las primeras perforaciones petrolíferas, y se exploró con relativa rapidez y amplitud, puesto que también era el mayor consumidor. Los expertos afirman que cuando los países de otras partes del mundo alcancen su producción máxima, también seguirán el camino de los Estados Unidos, y su petróleo alcanzará el pico y a continuación iniciará una declinación irreversible. Se ha insistido en que el pico del petróleo sucederá "verdaderamente pronto ahora", pero la fecha exacta sigue siendo incierta, con diferentes fuentes quedan fechas tanto del pasado, del presente o de 50-100 años en el futuro.




© carlitosber.blogspot.com.ar, Julio 28 MMXIV
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