domingo, 17 de agosto de 2014

Crisis de entre Guerras (10° Parte)


LA MODERNIZACIÓN DEL EXTREMO ORIENTE 
Segunda Parte: Japón, de la Revolución Meiji a la Guerra Ruso-Japonesa


La Revolución Meiji

Emperador Jinmu (c 711-585 aC)
Según la leyenda descrita en el Kojiki y en el Nihonshoki, Japón fue fundado en el siglo VII a. C. por el Emperador Jinmu. Durante los siglos V y VI, el sistema caligráfico chino y el budismo fueron introducidos junto con otras costumbres chinas a través de la península coreana o directamente desde China. Los emperadores fueron gobernantes oficiales, pero el verdadero poder permanecía generalmente en manos de poderosas cortes nobles, regentes o shogunes (gobernadores militares).

Durante el siglo XVI, mercaderes de Portugal, de los Países Bajos, de Inglaterra y de España llegaron a Japón y fundaron misiones cristianas. En 1549, llegó a Japón para predicar el cristianismo el misionero español jesuita San Francisco Javier tras desembarcar en Kagoshima, aprovechando las rutas comerciales portuguesas. A comienzos del siglo XVII, el shogunato comenzó a sospechar de las misiones cristianas, considerándolas precursoras de una conquista militar europea.

Como medida de protección, el shogunato ordenó el cierre de Japón a toda relación con el mundo exterior a excepción de contactos restringidos con mercaderes chinos y neerlandeses en la ciudad de Nagasaki. Este aislamiento se prolongó durante 251 años, hasta el año 1854, en que el comodoro estadounidense Matthew Perry forzó la apertura del Japón a Occidente bajo el Tratado de Kanagawa. Durante un largo período, el restablecido contacto con Occidente provocó cambios en la sociedad japonesa. Tras un fuerte conflicto civil denominado Guerra Boshin, el shogunato fue obligado a renunciar y el poder fue devuelto al emperador. 

Emperador Meiji (1852-1912)
La Restauración Meiji de 1868 inició varias reformas. El nuevo gobierno aseguró a las potencias extranjeras que los tratados firmados durante el shogunato Tokugawa serían acatados conforme a las leyes internacionales, la capital fue trasladada de Kioto a Edo, la cual fue renombrada como Tokio, y el sistema de feudos fue abolido en 1871, dando nacimiento al sistema de prefecturas, además de que se legalizó la propiedad de las tierras. El nuevo gobierno enfatizó además la práctica del sintoísmo, religión que gozó del patrocinio del estado.

A pesar de distintas protestas, los líderes del gobierno continuaron con una fuerte modernización del país: se tendieron cables telegráficos en las principales ciudades, además de que se construyeron vías de ferrocarril, astilleros, fabricas de municiones, así como plantas textiles. Todas esas medidas modernizadoras a la postre llevarían al país a convertirse en el primer país asiático industrializado.

Preocupados por la seguridad nacional, se hicieron grandes esfuerzos por modernizar el ejército: se estudiaron sistemas bélicos extranjeros, se contrataron consejeros de otros países, se enviaron cadetes a países europeos y a Estados Unidos, se estableció un ejército permanente con una gran cantidad de reservas y el servicio militar se volvió obligatorio.


La Rebelión Satsuma

Saigō Takamori (sentado, Le Monde Illustré, 1877).
Saigō Takamori, uno de los líderes más viejos en el Gobierno Meiji, estaba particularmente preocupado por la creciente corrupción política. Después de una serie de diferencias con el gobierno, renunció a su cargo y se retiró al dominio de Satsuma. Ahí estableció academias donde todos los estudiantes tomaban un entrenamiento e instrucción en tácticas de guerra. Las noticias acerca de las academias de Saigō fueron recibidas con gran preocupación en Tokio.

El 12 de febrero de 1877, Saigō se reunió con sus terratenientes Kirino Toshiaki y Shinohara Kunimoto y anunció su intención de marchar a Tokio para entrevistarse con el gobierno. Sus tropas comenzaron a avanzar, y para el 14 de febrero la avanzada arribó a la prefectura de Kumamoto, donde atacaron el Castillo Kumamoto. El 19 de febrero se hicieron los primeros disparos por parte de los defensores, al momento en que unidades de Satsuma intentaban forzar la entrada al mismo. El 22 de febrero, la armada principal de Satsuma arribó y atacó el castillo, con lo que la batalla continuó hasta la noche y las fuerzas imperiales que habían salido a su encuentro se retiraron. El ejército de Satsuma no pudo tomar el castillo y después de dos días de infructuoso ataque, las fuerzas de Satsuma cavaron alrededor del castillo y trataron de asediarlo. Durante el asedio, muchos de los ex-samuráis de Kumamoto desertaron hacia el bando de Saigō. Mientras tanto, el 9 de marzo, Saigō, Kirino y Shinohara fueron despojados de sus cargos y títulos oficiales desde Tokio.

Batalla de Shiroyama
El principal contingente de la Armada Imperial, bajo las órdenes del General Kuroda Kiyotaka y con la asistencia del General Yamakawa Hiroshi, arribó a Kumamoto en auxilio de los ocupantes del castillo el 12 de abril. Esto hizo que las tropas de Satsuma, que ahora estaban en completa desventaja numérica, huyeran. Después de una constante persecución, Saigō y sus samuráis restantes fueron empujados de vuelta a Kagoshima, donde se llevaría a cabo la batalla final: la Batalla de Shiroyama. 

Las tropas del Ejército Imperial comandadas por el General Yamagata Aritomo y los marines comandados por el Almirante Kawamura Sumiyoshi sobrepasaban las fuerzas de Saigō sesenta a uno. Las tropas imperiales pasaron siete días construyendo y elaborando sistemas de presas, muros y obstáculos para prevenir que se escaparan. Cinco barcos de guerra se unieron al poder de la artillería de Yamagata y redujeron las posiciones de los rebeldes. Después de que Saigō rechazó una carta solicitando su rendición, Yamagata ordenó un ataque frontal el 24 de septiembre de 1877. Para las 6 de la mañana, sólo 40 rebeldes estaban aún con vida y Saigō estaba herido de muerte. Sus seguidores aseguran que uno de ellos, Beppu Shinsuke actuó como kaishakunin y ayudó a Saigō a cometer seppuku antes de que pudiera ser capturado. Después de la muerte de Saigō, Beppu y el último samurái en pie alzaron sus espadas y se dirigieron cuesta abajo hacia las posiciones imperiales, hasta que cayó el último de ellos por los disparos de las ametralladoras Gatling. Con estas muertes, la rebelión Satsuma llegó a su final.


El intento un régimen imperial constitucional

El mayor logro institucional posterior a la Rebelión Satsuma fue el inicio de la tendencia a crear un gobierno representativo por parte de ciudadanos que habían sido relegados del gobierno.

Itagaki Taisuke (1837-1919)
Una de las figuras prominentes de este movimiento fue Itagaki Taisuke, uno de los principales líderes de la Provincia de Tosa. En 1875 formó el Aikokusha con la finalidad de presionar al gobierno en 1878. En 1881 formó el Jiyūtō (Partido "Liberal"), el cual tenía tendencias hacia la política francesa. Al año siguiente Ōkuma Shigenobu fundó el Rikken Kaishintō (Partido "Constitucional Progresista"), el cual proponía un sistema demócrata constitucional a semejanza del sistema inglés. En respuesta, integrantes del gobierno formaron el Rikken Teiseitō (Partido "Constitucional del Régimen Imperial") en 1882. En esas circunstancias, muchos otros movimientos afloraron, algunos de manera violenta. Finalmente en 1889 la Constitución del Imperio del Japón (también conocida como Constitución Meiji) contempló una Dieta Imperial compuesta por una Cámara de Representantes popularmente electos, acompañada por una Cámara de Pares con una representación sumamente baja y compuesta por la nobleza en un sistema llamado kazoku.

Las primeras elecciones se llevaron a cabo en 1890 eligiéndose los 300 integrantes de la Cámara de Representantes.


El comienzo de la política expansionista: la Primera Guerra Sino-Japonesa

Durante el siglo XIX la península de Corea atrajo fuertemente la atención de Japón debido a su posición geográfica, la cual podía resultar en un punto estratégico para la defensa del archipiélago. Un conflicto temprano con Corea había sido resuelto momentáneamente por medio de la firma del Tratado de Kanghwa en 1876, con el cual los japoneses habían obtenido acceso a los puertos de dicha nación. En 1894 se precipitó una crisis política cuando un líder coreano pro japonés fue asesinado en Shangai. La situación empeoró cuando el ejército chino aplastó la Rebelión Tonghak en propio suelo coreano, a pesar de que en la Convención de Tianjin tanto China como Japón habían aceptado retirar sus respectivos ejércitos de la península coreana, retirando el apoyo a las distintas facciones contendientes del país. Japón respondió rápidamente a la incursión china y ganó lo que hoy se conoce como Primera Guerra Sino-Japonesa, la cual finalizó en 1895 y nueve meses después de que comenzaran las hostilidades, cuando se hizo un llamado al cese al fuego.

Representación en ukiyo-e de la Batalla de Pyongyang en Corea, parte de la Primera Guerra Sino-Japonesa.

El conflicto finalizó con la firma del Tratado de Shimonoseki, mediante el cual se reconocía la independencia de Corea y por lo tanto éste cesaba de ser considerado como un estado tributario, 200 millones de taeles de indemnización de China a Corea, la apertura del río Yangtze a los japoneses para el comercio, el derecho de que inversionistas japoneses pudieran llevar negocios a China, así como la cesión de Taiwán, las islas Pescadores y la península de Liaodong a Japón, aunque ante la objeción de Rusia, Alemania y Francia, Liaodong fue devuelta.


Guerra Ruso-Japonesa

Las ambiciones imperialistas tanto de Rusia, que estaba interesada en mantener el control sobre China, como de Japón, que quería el control de Corea, llevaron a ambos países a enfrentarse en 1904.

Caricatura japonesa contra el imperialismo ruso (1904)
En 1902 el Reino Unido firmó junto con Japón la Alianza Anglo-Japonesa, mediante la cual los británicos reconocían los intereses nipones en Corea y se comprometían a mantenerse neutrales en caso de una posible guerra con Rusia "a menos que otra potencia se aliara con ellos, en cuyo caso tomarían un papel más activo". Esta alianza supuso una amenaza para los rusos, quienes buscaron un tono más conciliatorio que el que habían utilizado con anterioridad, incluso prometiendo el retiro de tropas para 1903.

Después de que Japón interpusiera una queja debida al incumplimiento ruso del oportuno retiro de tropas, Rusia ofreció dividir a Corea por el paralelo 39, con el control del sur por parte de Japón y una zona neutral al norte, pero asegurando que Manchuria quedaría fuera de la esfera de influencia japonesa.

Negociación del Tratado de Portsmouth (1905) 
La guerra estalló en febrero de 1904, y después de una serie de victorias japonesas en tierra, así como de la victoria naval de Tsushima (mayo de 1905), se llevó a cabo una conferencia de paz en Portsmouth con  Estados Unidos como mediador, en donde Rusia reconoció la preeminencia de Japón en Corea, aseguró que se retiraría de Corea y Manchuria, cedió a Japón el arrendamiento de Dalian, así como la parte sur de la Isla de Sajalín, y derecho de pesca en el Mar de Ojotsk y el Mar de Bering.

Con la victoria, el imperio japonés aumentó su postura nacionalista y comenzó una nueva fase de expansión continental. En 1910 Corea fue anexada al Imperio japonés.



© carlitosber.blogspot.com.ar, Agosto 17 MMXIV
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